
El tema del Salmo 112, con apenas 10 versículos, habla de los atributos de la persona recta. Es una persona misericordiosa y generosa, presta y regala a los necesitados. No teme lo que le puede pasar porque su confianza está en el Señor. También habla que su descendencia será prosperada, porque teme a Dios y sigue sus mandamientos ¡Bienaventurada la persona que teme y sigue al Señor!
Aunque sería beneficioso transcribir este Salmo 112 en su totalidad, por razones obvias miraremos exclusivamente el versículo 7, que afirma lo siguiente: “No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová”.
Todo le va mejor al “ hombre que teme a Jehová” (v.1) y no rehúsa la justicia, la luz y la rectitud, la misericordia y la confianza en Dios, tal como lo describe el Salmo (dedique unos minutos a su lectura). Pero hay algo más: “No tendrá temor de malas noticias”. Es decir, libre de dudas y temores porque “su corazón está firme, confiado en Jehová”. ¡Qué maravilla!
En verdad, todos queremos vivir sin temor, aún en el mismo día de la muerte. Es terrible vivir en la incertidumbre. Por ejemplo, cuando no tenemos noticias de los que viven en la casa somos propensos a la ansiedad y no podemos convencernos de que no tener noticias, es tener buenas noticias. Tratamos de sosegar el ánimo, calmarnos, pero la serenidad se desvanece y comenzamos a pensar en lo peor.
Sin embrago, esa firmeza del alma de que habla el salmista ha de procurarse con diligencia, confiando en el Señor, descansando en su paz, y no dejarnos llevar por presentimientos, temores infundados o por un estado de espíritu pavoroso. La confianza en Dios es lo que más necesitamos en tiempos de dificultades, de modo que las malas noticias, los rumores, los acontecimientos desconocidos de la vida no nos priven de “confiar en Jehová”. Cuales quieran sean los problemas, las ventajas de tener fe en Dios, nos guardará en completa paz: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. Isaías 26: 3.
Nunca podremos evitar las crisis en el mundo que nos rodea, pero con Dios conoceremos la paz perfecta aún en medio del caos. Cuando confiamos en Él, nuestra actitud es estable, nuestra fe es firme y sus provisiones nunca nos faltarán. (Véase Filipenses 4: 7, 19).
¿Desea la paz? ¿Quiere no tener temor de las malas noticias? Resuelva confiar constantemente en el Señor y en su Palabra. La fe es la promesa de Dios, es la cura para cualquier estado de ánimo, abatimiento y nerviosismo físico. Con la imaginación que tiene la fe, hagamos que este 25 de Abril de 2020 sea un día que siempre recordemos, porque: “Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré”, Lamentaciones 3: 24.
E.D.A.