Cuando una persona quiere ser médico, se prepara y se encamina a esa meta. Toma la decisión y va por ese camino. Lo mismo ocurre si desea ser carpintero, chef, maestro, costurera, publicista, etc. Decide hacerlo, y lo hace, con la motivación que posea y sorteando los obstáculos que se le presenten.

Cuando ser trata de ser cristiano, la cosa cambia, porque es Dios quien toma la
iniciativa, no la persona.

La palabra de Dios habla claramente sobre el tema. “A todos sin distinción, porque todos pecaron y están privados de la presencia de Dios” (Romanos 3:23-LPD). Todos somos pecadores, desde el homicida más cruel hasta el niño recién nacido de pocos minutos de vida.

Sin embargo, Dios en su infinita gracia, amor y misericordia diseñó la solución:
“Porque la paga del pecado es muerte; pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Romanos 6:23-RVA). ¿Cómo puede entenderse esto? El amor de Dios es tan grande, tan inmenso que dio a su Hijo para resolver el problema: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16-RV60).

¿Por qué hay que creer en Cristo? ¿Cómo saber el camino al cielo? Jesús lo dijo:
“Jesús le dijo: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6-RV60).

Ahora bien, “Porque esto es lo que dice: ‘Todos los que invoquen el nombre del
Señor, alcanzarán la salvación’. Pero ¿cómo van a invocarlo, si no han creído en él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el mensaje?” (Rom 10:13, 14-DHH).

El mandato fue “Jesús les dijo: Vayan por todos los países del mundo y anuncien
las buenas noticias a todas las personas” (Mar 16:15-BLS). La difusión de las buenas nuevas de salvación permitirá que las personas escuchen el evangelio, la buena noticia de salvación.

El Señor ha provisto así la forma de conocer el camino al cielo, y su paciencia se
expresa de este modo: “No es que el Señor se tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que tiene paciencia con ustedes, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios” (2 Pedro 3:9-DHH).

En la línea de pensamiento trazada hasta ahora se encuentra, por una parte, lo
siguiente: “Ellos le respondieron: —Cree en el Señor Jesús, y tú y tu familia se salvarán. Pablo y Silas compartieron el mensaje del Señor con el carcelero y con todos los que estaban en su casa” (Hechos 16:31, 32-BLS). Pero, es preciso estar claro en que Jesús dijo que “Nadie puede venir a mí, a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final” (Juan 6:44-RVA).

Realmente, la palabra de Dios dice: “Porque por gracia ustedes han sido salvados
mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte” (Efe 2:8, 9-NVI).

Y la seguridad resultante es la siguiente: “Mis ovejas [las personas] oyen mi voz, y
yo las conozco, y me siguen. Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las ha dado, es mayor que todos; y nadie las puede arrebatar de las manos del Padre” (Juan 10:27-29, RV60, énfasis añadido).

¿Cómo llegar a ser cristiano? La respuesta la da el Señor en Efesios 2.8: “Pues por
la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios” (DHH).

Que para el Señor sea la gloria y para nosotros su bendición.

Máryori González

BLS = Biblia en lenguaje sencillo
DHH = Dios habla hoy
LPD = El libro del Pueblo de Dios
NVI = Nueva versión internacional
RV60 = Reina Valera 1960
RVA = Reina Valera actualizada