Principios, ideales y mensaje

La declaración de fe que suscribimos tiene su origen en la Declaración de Fe y Mensaje Bautistas adoptada por la Convención Bautista del Sur de los Estados Unidos, en el año 1962, elaborada por un comité a quienes se les pidió presentar una declaración similar a la que se había adoptado en 1925.  Esta declaración de 1962 ha sido adoptada por la Convención Nacional Bautista de Venezuela, y también por esta iglesia.

1. Jesucristo es el Señor

La fuente última y final de autoridad es Jesucristo el Señor, y cada área de la vida debe estar sujeta a Su señorío.  Cristo es la enseñanza de la iglesia.

2. Las Escrituras

La Biblia, como la revelación inspirada de la voluntad y del camino de Dios, completada totalmente en la vida y enseñanzas de Cristo, es nuestra regla autoritativa de fe y práctica.

3. El Espíritu Santo

El Espíritu Santo es Dios revelándose activamente a sí mismo y revelando Su voluntad al hombre. Por consiguiente, interpreta y confirma la voz de la autoridad divina.

4. La Salvación por Gracia

La salvación del pecado es el don gratuito de Dios por medio de Jesucristo, condicionado únicamente a la confianza en, y entrega a, Cristo el Señor.

5. El sacerdocio del creyente

Cada creyente, teniendo acceso directo a Dios por medio de Cristo, es su propio sacerdote, y está también en la obligación de llegar a ser un sacerdote para Cristo a favor de otras personas.

6. La Iglesia y su Gobierno

Esta iglesia es un cuerpo autónomo, que obra por medio de un procedimiento democrático bajo el señorío de Jesucristo. Los miembros son igualmente responsables.  Sus oficiales escriturarios son pastores y diáconos.  El principio que controla su gobierno es el señorío de Cristo.  Su autonomía descansa en que Cristo está presente y es la cabeza de cada congregación de Su pueblo.  La iglesia no puede, por consiguiente, estar subordinada al gobierno de otro cuerpo.  La autonomía, es válida solamente cuando es ejercitada bajo el señorío de Cristo.  La democracia, o gobierno congregacional es en que ella, guiada por el Espíritu Santo, provee y promueve una participación responsable en las deliberaciones y en el trabajo de la iglesia.  Ni la mayoría, ni la minoría, ni siquiera la unanimidad, refleja necesariamente la voluntad de Dios.

7. La Membresía

La membresía en una iglesia es un privilegio extendido propiamente sólo a las personas regeneradas, quienes han aceptado voluntariamente el bautismo y se han entregado a sí mismas a un discipulado fiel en el cuerpo de Cristo.

8. El Cristiano como ciudadano

El cristiano es un ciudadano de dos mundos—el reino de Dios y el Estado—y debe ser obediente a la ley de la de la tierra tanto como a la más alta ley de Dios.

9. Las Ordenanzas

El bautismo y la cena del Señor son las dos ordenanzas de la iglesia.  Son simbólicas, pero su observancia involucra realidades espirituales.

El bautismo cristiano es el acto de sumergir al creyente, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  Es un acto de obediencia que simboliza la fe del creyente en su Salvador crucificado, sepultado y resucitado.  Representa la muerte del creyente al pecado y sepultura de la vida vieja, y la resurrección para andar en novedad de vida en Cristo Jesús.  El bautismo es un requisito previo para participar en la Cena del Señor.

La Cena del Señor es un acto simbólico de obediencia por el cual los miembros de la iglesia, al participar del pan y del fruto de la vid, rememoran la muerte del Señor Jesucristo y anuncian Su segunda venida.

10. El Día del Señor

El primer día de la semana es el día del Señor.  Es una institución cristiana de observancia regular.  Conmemora la resurrección de Cristo de entre los muertos y debe ser empleado en el ejercicio de la adoración y la devoción espiritual, tanto pública como privadamente, absteniéndose de las diversiones mundanas, y descansando de los trabajos seculares, esperándose que únicamente se haga el trabajo indispensable y de misericordia.

11. La Mayordomía

Dios es la fuente de todas las bendiciones temporales y espirituales; todo lo que tenemos y lo que somos se lo debemos a Él.  Los cristianos tienen una deuda espiritual con el mundo entero, y una obligatoria mayordomía de sus posesiones.  Están bajo la obligación de servir a Dios con su tiempo, sus talentos y sus posiciones materiales. Enseñan las Escrituras que los cristianos deben contribuir alegremente, con lo que tienen, regular, proporcional, liberal, y sistemáticamente

12. La Libertad Religiosa

Solamente Dios es el Señor de la conciencia, y El la ha dejado libre de las doctrinas y de los mandamientos de los hombres que son contrarios a Su Palabra y que no se encuentran en ella.  La iglesia y el Estado deben estar separados.   La iglesia no debe recurrir al poder civil para realizar su obra.  El Evangelio de Cristo considera sólo los medios espirituales para el logro de sus fines. Una iglesia libre en un Estado libre es el ideal cristiano.

13. La Santificación

 La santificación es la experiencia que comienza en la regeneración, mediante la cual el creyente es separado para cumplir los propósitos de Dios, y capacitado para progresar hacia la perfección moral y espiritual por la presencia y el poder del Espíritu Santo que mora en él. El crecimiento en gracia debe continuar durante toda la vida del creyente.

14. La Iglesia y el Estado

La iglesia y el Estado son ordenados por Dios y responsables ante Él. Ambos deben permanecer separados, pero ambos están bajo la obligación de un reconocimiento y apoyo mutuo, en tanto y en cuanto cada uno procura cumplir Su función.

15. Las últimas cosas

Dios, a Su tiempo, y a Su manera, traerá el mundo a su fin apropiado. Según Su promesa Cristo regresará a la tierra de una manera personal y visible en gloria; los muertos serán resucitados; y Cristo juzgará en justicia a todos los hombres. Los impíos serán consignados al infierno, que es el lugar de eterno castigo. Los justos, con sus cuerpos resucitados y glorificados recibirán su morada para siempre en el cielo con el Señor.

La información que se comparte, con el fin de hacerla comprensiva en nuestra situación actual, ha sido tomada y editada de la introducción del folleto Fe y mensaje bautistas, publicado por la casa editora LifeWay.